El ponqué de bodas

Me tomé la tarea de averiguar la razón por la cual hay ponqué en las bodas y encontré lo siguiente:

La tradición

En la Antigua Roma, los invitados partían un pan sobre la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad y deseo de una larga vida, después recogían las migajas del suelo y las comían pues creían que les daba buena suerte; esta costumbre se conservó hasta principios del siglo XVII. Tiempo después, en Inglaterra, se ideó que los invitados llevaran a la recepción pequeños pasteles que amontonaban; los novios debían besarlos y repartirlos entre los invitados, pero como se desmoronaba fácilmente, se llegó a la idea de sustituirlos por uno grande, tradición que ha llegado hasta nuestros días.

El ponque, simboliza la abundancia y felicidad futura de los novios. Durante la edad media en algunos lugares, esta tradición requería que la esposa guardara tres trozos de pastel bajo su almohada con el propósito de atraer abundancia.

En cuanto supe que me iba a casar comencé a buscar formas evasión a la tan temida y protocolaria hora del ponqué, me parece harto tener una maqueta que ocupe espacio en el salón y una rídicula cantidad de porciones de ponque partidos escondidos en algún lado esperando la hora de repartirse. Fue así como el día del primer aniversario de la revista La Ola Caribe encontré, cómo mandada por Dios, la solución a mi trauma número 1!

Los minicakes, muffins o cupcakes son ideales para evitarse el estrés de alquilar una maqueta, cortar el ponque y todo lo demás que genera un ponqué de varios pisos, sin contar con que se ven hermosos ya sea apiladitos o individuales.

Gloria, la repostera que contraté para la boda, hará los minicakes en la famosa mezcla usada para novios que contiene almendras, nueces, ciruelas, vino, etc; los forrará en pastillaje de novia y los decorará con la flor que usaremos para decorar el lugar.

Nos sugirió que podiamos hacer aparte un ponqué de media libra, con la misma mezcla, el cual guardariamos en la nevera hasta el día del primer aniversario de casados para comerlo en la celebración con la familia, justo como se hace en Estados Unidos. La verdad, no me imagino como sabrá luego de un año, pero debe saber muy bueno... nada se pierde con probar!

Bonus, como la contratamos con tanto tiempo de antelación, dijo que pondrá los ingredientes en vino desde ahora hasta el día que haga los minicakes, que delicia!!!!!!!
Lo que no sé es si ese ponqué podrá esperar tanto tiempo en la nevera para celebrar nuestro primer aniversario, ustedes que creen???